domingo, mayo 17, 2009

Domingo

Hay cielos grises,
calles húmedas,
reflexiones inútiles,
que hacen típicos a los domingos.

Durante los domingos,
aunque sean melancólicos,
también nacen niños,
la vida no descansa.

La vida también escribe,
el final de su obra máxima,
el momento culmine,
la muerte, los domingos.

Hoy cada gota de esa llovizna mansa
escribe sobre las calles de tu Montevideo,
como que fueran letras de tu puño,
por otro instante más escribiendo.

Hay domingos tan románticos,
tan tristes y alegres,
tan amables y rudos
tan típicos como el que eligió la vida,
para tu despedida.