Sala de espera

Por momentos se me está haciendo casi imposible amar la trama, o pensar que la recompensa sea el camino, quiero llegar al final. Se que es cobarde pero quisiera ya ser viejo, despertar y que haya pasado el tiempo, o tal vez no volver a despertar. Ya me encargué de vaciar mi vida, ahora se hace larga la espera.

tan viejo

Tantas letras guardadas que no dejo salir, tanta vida encerrada en versos que carga el disco duro de mi computador. 

Algunas canas se asoman prendidas del dolor, cargadas de experiencias, frustraciones y alegrías. 

Mi arte no es día, ni noche, no perdura, es un instante, y cada instante es mi vida.

Me subí a un tren solo, vacío, y viajo con rumbo incierto, sin compañía. Pasa el tiempo y acá sigo, tan joven y tan viejo, like a rolling stone.

Postales Nocturnas

Hay esquinas en las que se tejen besos jóvenes, rincones en los que se gestan proyectos de vida, linyeras que duermen al amparo de unos cartones, reuniones de amigas y humo de cigarros entorno a una mesa de bar.  Por las cornisas andan los ladrones y los músicos bailan en la calle al compás de los bullicios. Los escritores garabatean servilletas cuando los artesanos de la sonrisa regalan adioses.

Todo eso pasa en simultáneo bajo el manto negro de la noche, y caminando tranquilo por Montevideo, observando como espectador de una película en pantalla gigante uno lo puede ver, robarse esas postales, para luego despedirse de la compañía de la luna e ir a dormir.

Cuando ya no soñamos juntos, ahora, los únicos abrazos que recibo son de la noche durante mis desvelos.