Silencio...
¿Quien dice que marchamos en silencio,
no escucha a caso nuestro andar
mezclado con el grito de los desaparecidos,
con el sonido de las interminables lágrimas?
¿Quien dice que marchamos en silencio
no es necio, cobarde y estúpido,
no perfora acaso sus tímpanos y su conciencia
nuestro clamar por verdad y justicia?
¿Quien dice que marchamos en silencio
no percibe el sonido de las cadenas que se arrastran,
los huesos que crujen desde la tierra y el río,
la memoria que se multiplica y agiganta?
Quien dice que marchamos en silencio
no encontrará calma en sus noches,
porque desde él seguiremos gritando
hasta alcanzar el alba.