jueves, octubre 22, 2009

Pintemos de rosa el domingo.

Crecí conociendo sus rostros,
sus fotos me acompañan desde niño,
año tras año.

Hoy soy padre y lentamente envejezco,
ellos siguen con sus rostros intactos,
jóvenes, en blanco y negro,
ocultos, desaparecidos tras el gris caduco,
y sus captores sueltos.

Pintemos de rosa el domingo,
por justicia, por memoria, por nunca más,
por saber donde descansan esos jóvenes viejos.