Es viernes, son las 20:49 y estoy a punto de dejar la oficina. Haste el lunes no vuelvo.
El fin de semana estoy absolutamente ausente del ciber espacio, es más, creo que ni prendo la computadora.
Parece que va a estar lindo, el tiempo digo, porque el fin de semana más allá del clima en general siempre está lindo.
Acuerdense que existe un espacio mucho más hermoso que este, en el cual se respira aire limpio, se ven niños jugando, adolescentes besándose, ancionos caminando de la mano, una barra jugando al fútbol, talvez unos tambores repiqueteando por ahí.
Es más, que hacés leyendo esto?? Desconectate ya y salí a oxigenarte un poco.
Buen fin de semana para todos.
Nos vemos el lunes.

Hace días que me cuesta la rutina, muchos días y cada día me pesa más. En realidad no todo lo que la conforma sino algunas cosas.
Romper con la rutina es un ejercicio saludable que uno debe hacer, o nadie lo hará por uno, eso lo tengo claro. Pero una cosa es tenerlo claro y otra cosa es saber como llevarlo adelante.
Hoy mientras tomaba el mate pensaba en cosas que poco que ver tienen con el trabajo pero que hacen al hombre, al que soy. No se si eso es bueno o malo, simplemente lo sobrevivo.
Estoy atascado, es cierto. Debería reinventarme, ya tengo 31, es hora de que me convenza de tomar decisiones. Si, es hora, pero me cuesta un huevo. Están en juego la seguridad y estabilidad económica, ¿las debo poner antes que la emocional? ¿A donde está el limite entre lo sano y la falta de cordura? ¿Es cuerdo seguir inmerso en donde estás cuando sentís que no estás donde querés? Talvez lo sea, pues no tenés claro que es lo que querés.
Cuando era adolescente pensaba que al llegar a determinada edad algunas cosas cambiarían, no ha sido tan así. El pequeño detalle es que las cosas no cambian por si solas ni por la edad - a no ser las biológicas - sino que es uno quien tiene que camabiarlas. Pues entonces, ¿quién más culpable que yo de estar trancado, sin rumbo aparente, sin destino cierto? Nadie, tan solo mi mediocridad y yo.

La seguridad está cada vez más lejos, más distante. Pareciera lógico pues cuando uno es más pequeño y menos conoce el mundo son también menos las cosas que uno necesita para sentirse seguro.
Cuando era un niño, muy pequeño, tenía claro que quería ser baterista, músico, artista. Luego con el pasar de los años, casi a finales de la escuela decidí que mi futuro sería convertirme en ingeniero en sistemas.
El tiempo siguió pasando y ni me convertí en baterista así como tampoco en ingeniero.
Las dudas sobre que querria ser si iban incrementando, la seguridad en mi mismo se desvanecía.
El sábado cumplí los 31 y cada vez menos tengo idea de lo que quiero ser, de lo que soy, me quiero muy poco y a la misma vez me quiero mucho. La vida presenta esas paradojas, como la de ser un egocéntrico con muy baja autoestima.
Si necesito de más cosas para sentirme más seguro de mi mismo con el pasar del tiempo, creo que mi inseguridad me volverá loco antes de que me deje envejecer.
El mundo no está cuerdo, yo tampoco.

Maceo Parker y su banda anoche, miércoles 11 de octubre de 2006, nos hicieron vibrar a todos los presentes en el Central.
Una noche que comenzó con actuación de la banda conformada por los locatarios Martín y Nicolás Ibarburu, Martín Buscaglia y Mateo Moreno. Una presentación ante un publico no poco exigente que estuvo a la total altura del acontecimiento. Mientras la banda tocaba se podía ver en el back stage a Maceo y su banda bailar al compás de la música.
Luego entraron a escena los masters del Funky. Maceo Parker y su banda nos deleitaron por 3 horas no solo con su excelente música sino con su gran comunicación con el público.
Por un momento pensé que estaba en un bolichito perdido de alguna calle de Nueva Orleans, donde este tipo de shows se han de repetir por decenas noche tras noche.
Al finalizar el show, las caras del público asistente reflejaban un estado de emosión, alegría, deleite, algo muy difícil de trasmitir.
Por suerte coincidimos con varios amigos, así que habrá con quien comentar y recordar el show.
La companía además fue buena, fui con mi viejo.
Sin lugar a dudas, una de las mejores veladas musicales que he vivido en Montevideo.
Y como dijo Maceo Parker durante todo el show ...An aplausse for The Band, The Band, and what about The Band!!!!!!